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«La belleza y la ternura al rescate de la potencia», un abordaje intermodal de las artes y la somática para el acompañamiento de procesos de trauma»

Primer curso del instituto Poiesis de Barcelona en Perú

A través de cuatro sesiones, Edmundo dos Santos del Instituto Poiesis- SCARS de Barcelona, facilitó una aproximación a una metodología de acompañamiento de procesos de trauma desde un enfoque transdisciplinado, integral e integrado desde diferentes aportes de las ciencias, las artes y las terapias creativas.

Lo transdisciplinario se entiende desde un paradigma, en el dejarse atravesar por diferentes disciplinas, ciencias en pro del entendimiento y del desarrollo humano desde una actitud ética-estética con la vida. Las sesiones invitarán a una actitud de interrogación reflexiva constante sobre la práctica, conectando con las manifestaciones del humano, de lo sensible desde la vibratilidad del cuerpo, desde la lógica de los sentidos, del sentido de la lógica en ese dar voz a los afectos y a los significados de la experiencia vivida y, de cómo cada participante habita el espacio del siniestro, del dolor, del horrendo y del trauma.

Participan en estos encuentros, 16 personas de la comunidad de terapeutas de artes expresivas, pertenecientes a la Asociación Peruana de Artes Expresivas, una experiencia que nos permitió acercar a diversas formas de afrontar, transformar y resignificar los procesos de dolor y trauma a través de diferentes dispositivos. Las sesiones fueran impartidas en diálogo con las necesidades emergentes del grupo.

Edmundo facilitó diferentes experiencias creativas, afectivas y sensoriales que nos permitió reconocer sensaciones, emociones, imágenes y pensamientos para bucear en los territorios de nuestro psiquismo, crear un diálogo íntimo entre: cuerpo, mente, en la búsqueda de la integración de lo cognitivo y motor hacia el rescate de lo vital encontrando nuevas percepciones y significados, acercándonos mediante la experiencia ética -estética a múltiples posibilidades para responder a nuestras dificultades y encontrarnos con lo bello. Arte y belleza se convierten en un bálsamo para las heridas, para lo indeseable, al interpelar, de modo singular y profundo, lo vulnerable, lo traumático por medio de experiencias sensibles, motivadoras, creativas, un aliento o inspiración que nos abren al encuentro con el otro, con su mirada, que nos da pleno reconocimiento; un encuentro con la potencia de vida.

“Se aprecia la postura ecléctica del profesor Edmundo, actitud cálida, de generosidad. Su ser amoroso para el trabajo con el trauma es como si nos diera permiso para dar ternura, pensar juntas cómo hay diversas formas de trabajo desde las artes para tejer puentes. El uso de la figura del cuerpo, del árbol del círculo como espacio de soporte, cómo, cuándo, dónde hacer una propuesta, en qué momento. Como comunidad surgió el cuestionamiento: Cómo trabajar lo literal en el dolor, nos hemos sentido cuestionados en APDARE desde la labor con la literalidad”, manifestó la comunidad profesional de terapeutas de artes expresivas de Perú.

El fundamento y, el propósito es reforzar la importancia de la actitud ética-estética en el acompañamiento, desde la práctica reflexiva de lo que entendemos como salud y enfermedad, cómo abordamos los espacios de carencia, potencia, thanatos y eros y qué función cumple la ternura, los recursos somáticos en el rescate de lo vital. Nos acercó a diferentes etapas de acompañamiento, con sus principios y dispositivos que colaboran entre sí en la intervención grupal e individual permitiendo reforzar la capacidad de contención, regulación y sostén del terapeuta en su práctica. La importancia de la actitud investigadora abierta, reflexiva y activa en el saber articular diferentes saberes teóricos para realizar unas buenas praxis en las intervenciones.

Edmundo nos invita al reconocimiento imprescindible del valor del arte, de tener alguien que escucha activamente, que acompaña desde la sensibilidad, desde la ternura, pues desde esta actitud de acompañamiento se habrá terminado también el desamparo, el sentimiento de ser extranjero en el propio hogar y se co crea la confianza que hace falta para relatar a otra persona las propias angustias que vendrá a poner algo de seguridad entre tantas incertidumbres, ausencias, carencias y anhelos que están en las raíces de los procesos traumáticos.

Organizar nuestros referentes teóricos es importante. Valoramos el contexto social y comunitario. Los recursos vivenciales resultan provocadores para adecuarlos a nuestra realidad.

El trauma como parte de la vida. Atreverse a ver el trauma y ver cómo dialoga con la arquitectura de la sesión. Qué importante es haber sembrado un vínculo de confianza para poder atreverse a confrontarlo.

Como comunidad expresan que las artes pueden ser confrontadoras. “Nosotros honramos las imágenes, confiamos en que la imagen en si misma trae algo confrontador. Valorar la pausa, los puentes, las conexiones, el entre. Desde la TAE nuestra invitación es hacer desde una mayor sensibilización, este ejercicio reflexivo nos ayuda a ver cuál es la identidad del trabajo en el campo de los terapeutas de artes expresivas en el Perú, la imagen está al centro y la honramos”, destacaron.

Crónica realizada por Mariana Roggero

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